Walt va a un supermercado y se quita toda su ropa mientras camina por los pasillos.
Es hospitalizado y afirma no tener memoria de dónde ha estado durante los últimos días.
Walt admite al psiquiatra que recuerda todo y solo quería alejarse por un tiempo.
La DEA no le cree y cree que saben cómo atraparlo: traen al tío de Tuco, Héctor, para que lo identifique, pero Héctor se niega a cooperar con las autoridades.
Esa noche, Walt convence a Jesse de continuar cocinando metanfetamina.