Bioacústica

La bioacústica se estableció como disciplina científica por el biólogo esloveno Ivan Regen que empezó a estudiar sistemáticamente los sonidos de los insectos.

Más tarde puso un grillo macho detrás de un micrófono y unos hembra detrás de un altavoz, observando que los grillos hembra se dirigían hacia el altavoz y no hacia el macho.

Técnicas bioacústicas han sido propuestas recientemente como un método no invasivo para estimar la biodiversidad en un ecosistema.

Se sabe muy poco acerca de los procesos neurofisiológicos que desempeñan un papel importante en la producción, detección e interpretación del sonido en los animales.

Entonces el comportamiento animal y estas señales son utilizadas como ayuda en estos procesos de investigación.

Debido al amplio rango de las propiedades y medios en los que se propaga, se requiere equipo especializado como: un hidrófono (para sonidos submarinos), un ultrasonido (para detectar sonidos de altas frecuencias) o un vibrómetro (para señales sustrato-aire).

Al observar la respuesta a ciertas señales en un ambiente controlado se puede ganar conocimiento en la función, sensibilidad del aparato auditivo, capacidad de filtrar sonidos, etc.

Por el otro lado, las frecuencias bajas no siempre son detectadas por los órganos auditivos sino por otros menos especializados.

Hidrófono
Espectrograma (arriba) y oscilograma (debajo) de las llamadas de la ballena jorobada .