Bioética
En su sentido más amplio, la bioética, a diferencia de la ética médica, no se limita al ámbito médico, sino que incluye todos los problemas éticos que tienen que ver con la vida en general, extendiendo de esta manera su campo a cuestiones relacionadas con el medio ambiente y al trato debido a los animales.[6] La bioética abarca las cuestiones éticas acerca de la vida que surgen en las relaciones entre biología, nutrición, medicina, química, política (no debe confundirse con la "biopolítica"),[7] derecho, filosofía, sociología, antropología, teología, etc. Existe un desacuerdo acerca del dominio apropiado para la aplicación de la ética en temas biológicos.Mutatis mutandis, una persona puede llegar a rechazar un tratamiento aunque su vida corra peligro, motivada por una convicción religiosa o de otra índole.El profesional no tiene que emplear siempre todos los medios disponibles para conservar la vida de los pacientes.Hay que evitar el empleo de medidas desproporcionadas (por lo tanto contraindicadas) y no caer en la obstinación terapéutica.[8]Por la íntima relación que existe entre la bioética y la antropología, la visión que de ésta se tenga condiciona y fundamenta la solución ética de cada intervención técnica sobre el ser humano.Ello determina la publicación de diversas declaraciones y documentos bioéticos a nivel mundial.Sin embargo, en 2003 Beauchamp[13] considera que los principios deben ser especificados para aplicarlos a los análisis de los casos concretos, o sea, deben ser discutidos y determinados por el caso concreto a nivel casuístico.En medicina, promover los interés del paciente pero sin tener en cuenta la opinión de este.Un primer obstáculo al analizar este principio es que desestima la opinión del paciente, primer involucrado y afectado por la situación, prescindiendo de su opinión debido a su falta de conocimientos médicos.Por ello, es difícil defender la primacía de este principio, pues si se toman decisiones médicas desde este, se dejan de lado otros principios válidos como la autonomía o la justicia.[16] Significa abstenerse intencionadamente de realizar actos que puedan causar daño o perjudicar a otros.En medicina, sin embargo, este principio debe encontrar una interpretación adecuada pues a veces las actuaciones médicas dañan para obtener un bien.Este estudio abarca no solo la vida humana, sino las demás existentes y su interacción con los sistemas dinámicos.[18] María Dolores Vila-Coro Barrachina, en su libro La vida humana en la encrucijada, establece una clasificación de la bioética en cuatro aspectos:[19]