Bijin-ga

No eran figuras realistas e individualizadas, sino que respondían al concepto ideal clásico japonés de belleza femenina: piel pálida contrastando con el cabello negro, ojos y boca pequeños, nariz larga.

A menudo era representaciones de cortesanas famosas celebradas por su belleza e identificadas por su nombre.

Esto dio lugar a un nuevo juego intelectual para artistas como Utamaro, que siguieron incluyendo el nombre de la interesada... en forma de acertijo visual.

En su concepción semántica, el término no hace referencia exclusivamente a las mujeres y puede emplearse también para representaciones de hombres, aunque ya en el Período Edo era utilizado mayormente para referirse a mujeres.

Sin embargo, unos pocos, incluyendo a Suzuki Harunobu, Torii Kiyonaga, y Utamaro, son reconocidos ampliamente como autores de este tipo de obras.