En 1848 empezó a ejercer de abogado, alcanzando un gran prestigio.
Al estallar la tercera guerra carlista, fue apresado y desterrado.
Acabada la guerra, regresó a Zaragoza, donde abriría un nuevo bufete.
Fue jefe del carlismo en Aragón y fundó el periódico tradicionalista La Perseverancia, editado en Zaragoza.
[2] Dejó inéditas: Angélica (novela); Cristo Rey, estudio de política cristiana; La Virgen María (meditaciones) y varias obras.