En teoría del consumidor, un bien inferior es un producto que absorbe una parte decreciente del gasto a medida que la renta aumenta.
Como regla general, este tipo de bienes son asequibles y adecuados para servir a su propósito, pero a medida que otros bienes sustitutos más costosos y que ofrecen más placer (o al menos variedad) se vuelven más disponibles, el uso de los bienes inferiores disminuye.
Productos de alimentación y consumo así como servicios básicos que siguen siendo necesarios y se siguen comprando pero cuyo gasto será decreciente respecto a la renta cuando esta aumenta.
Es decir, se seguirán comprando alimentos necesarios -pan, legumbres, leche, etc.- pero el coste de estos productos será menor proporcionalmente cuando aumenta la renta.
No hay que confundirlos con los 'bienes de Giffen', cuyo consumo real cae a medida que la renta aumenta -bienes que son sustituidos por otros o dejan de adquirirse solo cuando aumenta la renta, ya sea en alimentación u otro tipo de consumo-.