Fue formalmente instituida en 1883, aunque sus funciones aparecen ya en la Academia Matritense en 1839.
En su momento, se exigía a los nuevos académicos que aportaran “libros” o dinero.
El cargo de bibliotecario se menciona por primera vez respecto a la Academia Matritense en 1839.
Ese año fue nombrado bibliotecario Fernando Álvarez siendo éste un miembro más de la Junta Directiva.
[3] Bibliotecarios ilustres fueron: Manuel Torres Campos, José Maluquer y Salvador, y ya en el siglo XX Agustín González de Amezúa.