Biagio da Cesena

Se hizo conocido por su reacción negativa a las figuras desnudas presentadas en el fresco de Miguel Ángel de El Juicio Final en la Capilla Sixtina.

[1]​ Se licenció en utroque iure, es decir, en derecho civil y derecho canónico, y siendo aún joven se trasladó a Roma, donde ejerció durante mucho tiempo como notario o abogado.

También desempeñó este cargo ante los papas Adriano VI, Clemente VII y Pablo III.

[2]​ Luego de la finalización de El juicio final, dijo del fresco: «Fue sobre todo vergonzoso que en un lugar tan sagrado se hubieran representado todas esas figuras desnudas, exponiéndose de forma tan vergonzosa».

En respuesta, Miguel Ángel introdujo el rostro de Biagio en la escena como Minos, juez del inframundo (en la esquina inferior derecha del fresco) con orejas de burro (lo que indica estupidez), mientras que su desnudez está cubierta por una serpiente enroscada que le muerde el pene.