[2] Jozua Naudé, un clérigo afrikáner, "estaba convencido de que los británicos nunca se irían".
[3] Ayudó a fundar y fue el primer presidente de la[4] Broederbond (en afrikáans, "Hermandad" o "Liga de Hermanos"),[5] la poderosa sociedad secreta afrikáner para hombres que jugó un rol dominante en Sudáfrica durante el apartheid.
[5] Su profesor de sociología fue el futuro primer ministro y principal arquitecto del apartheid, Hendrik Verwoerd.
Durante 20 años sirvió en varias congregaciones,[8] comenzando en Wellington en la Provincia Occidental del Cabo (1940-42), Loxton (1942-1945), Pretoria (1945-1954), Potchefstroom (1954-1959) y Aasvoëlkop (Johannesburgo) (1959-1963) predicando una justificación religiosa para el apartheid.
En 1963 Naudé fundó el Instituto Cristiano de África del Sur (CI según sus siglas en inglés), una organización ecuménica que tenía como objetivo la reconciliación a través del diálogo interracial, investigaciones, y publicaciones.
[3] Estoicamente, anticipando la enorme presión de la clase política y eclesiástica afrikáner que se venía, le dijo a su esposa: «Debemos prepararnos para vivir en la jungla por diez años».
[5] El ex arzobispo Desmond Tutu dijo años después que «Beyers se había convertido en un leproso dentro de la comunidad afrikáner».
En respuesta de esto, el estado formó la Comisión Schlebusch en 1972 para investigar organizaciones cristianas antiapartheid.
[5] Entre 1977 y 1984 el gobierno sudafricano "censuró" a Naudé -una forma de arresto domiciliario con fuertes restricciones sobre sus movimientos e interacciones.
[4] Otros líderes del Instituto Cristiano sufrieron la misma suerte, entre ellos Brian Brown, Cedric Mayson y Peter Randall.
Más adelante bromeó diciendo que esa fue "my pequeña contribución a una lucha que yo sabía era correcta"[12] Su contacto con el ANC era Sydney Mufamadi, quien se convirtió en Ministro de Gobiernos Locales y Provinciales en el gobierno posapartheid.
En esta función hizo campaña para la liberación de prisioneros políticos (en especial Nelson Mandela) y negociaciones con el Congreso Nacional Africano.
Pese a su asociación de muchos años con el Congreso Nacional Africano, Naudé nunca se unió al partido.
Otros concluyeron que Naudé tenía una férrea independencia y nunca buscó ningún tipo de ganancia personal.
[2][3] Pese a haber sido perseguido por su propio grupo étnico, Naudé "nunca expresó rabia en contra de sus antiguos oponentes.
[7] "Para muchos será imposible vivir en esta nueva sociedad sudafricana; serán destruidos física, mental y psicológicamente.
Se les permitirá quedarse, pero la atmósfera será inaceptable y por lo tanto muchos dirán, 'no nos podemos adaptar, debemos irnos'.