Su padre probablemente siguió la costumbre local, la cual dictaba que un desconocido tendría que establecer su posición en sociedad casándose con su casera esclava o con una hija de una mujer esclava.
[3][1][2] Al completar sus estudios, regresó a África Occidental y estableció un puesto comercial en el río Bereira, siguiendo el comercio de su padre.
Este éxito era en parte debido a la yihad islámica en el Futa Yallon; los vencidos eran vendidos como esclavos.
Bereira fue tomada por los musulmanes, pero esto no tuvo ningún efecto perjudicial en su negocio.
Su riqueza e influencia política también le ganaron una reputación como diplomática; medió en una larga disputa que había durado de 1800 a 1807 entre varios jefes locales y la Compañía de Sierra Leona y evitó una guerra.