Fue construida en 1929 como futura residencia para algunos de los Patriarcas y Profetas del Antiguo Testamento, quienes, según los Testigos de Jehová, resucitarían antes del cercano Armagedón.El libro "Los testigos de Jehová Proclamadores del Reino", editado por la Watchtower, informa: La Sociedad Watchtower publicó, en el último libro de Rutherford, en 1942: En efecto, ya en 1920 se consignaba esta creencia en el libro "Millones que ahora viven no morirán jamás", también editado por la Watchtower, aunque aún sin conexión alguna con la futura mansión de San Diego: Cuando la casa se construyó en 1929, ya no se daba una fecha específica para esa resurrección, pero aún se conservaba la creencia.El costo de la casa fue evaluado oficialmente por la Watchtower en 1930 en $25.000 USD.[10] afirmando que habría sido una donación particular anónima de un benefactor privado muy adinerado.Esta cripta nunca llegó a ser usada y la casa fue vendida el año 1947.