Este ritual tiene su origen en la práctica europea de besarse en la mejilla como saludo entre familiares o amigos cercanos.
[5][6] Los kremlinólogos prestaban atención a si el abrazo fraterno se intercambiaba en los encuentros entre los líderes comunistas, ya que la omisión del habitual saludo indicaba un menor nivel de relaciones entre los dos países.
[9] Incluso con la normalización de las relaciones en 1989, los chinos continuaron omitiendo el abrazo fraternal al saludar a los líderes soviéticos.
Por ejemplo, aunque China y Vietnam se disputan la propiedad de las islas Spratly, sus respectivos líderes siguen intercambiando entre ellos el abrazo fraternal socialista.
Por ejemplo, es tradicional que el presidente de Francia salude a otros líderes con un beso en ambas mejillas.