La muerte de Berengario se menciona cuatro meses después.
Para sellar la alianza, los emisarios solicitaron que Conrad enviara a una princesa de su familia para casarse con el hijo del emperador, Manuel.
En cambio, Conrad seleccionó a su cuñada, Bertha,[2] y después de adoptarla legalmente como su hija,[3] la envió al Imperio Bizantino escoltada por Emicho von Leiningen, el obispo de Würzburg.
Manuel tardó tres años en casarse con ella, hasta poco después de la Epifanía de 1146, momento en el que se convirtió en emperatriz y pasó a llamarse "Irene" (Εἰρήνη), un nombre común para las princesas nacidas en el extranjero.
Como introducción para ella a la cultura helénica con la que se casaba, John Tzetzes escribió sus Alegorías sobre la Ilíada.