Groethuysen protestó vivamente contra el auge del nazismo en 1932, y se instaló por ello en Francia.
Solidario con los judíos perseguidos, pidió que todos los intelectuales del mundo se uniesen en su apoyo.
Entre guerras, Groethuysen fue el autor que hizo conocer en Francia a Franz Kafka y toda la sociología alemana.
[3] El crítico Jean Paulhan escribió un texto singular sobre su figura, Mort de Groethuysen à Luxembourg.
Y cincuenta años después se recordó de nuevo en la prensa su valía.