Berito Kuwaru'wa

Fue galardonado con el Premio Goldman en 1998 por su rol de mediador en conflictos entre el pueblo u’wa y las multinacionales petroleras.

Vivió en la misión durante varios años y aprendió algo de español, hasta que su madre logró rescatarlo.

Explicando que para su comunidad el petróleo es considerado como la sangre de la Madre Tierra y extraerlo era equivalente a matarla.

[1]​ Kuwaru'wa explicó que su comunidad estaba dispuesta a cometer un suicidio masivo arrojándose por un barranco si era necesario para defender su territorio.

[2]​ Con el dinero que recibió por dichos premios adquirió una finca en Cubará, en Boyacá, la cual se la entregó a su comunidad.