Durante su luna de miel viajaron a Villanova Tulo, su ciudad natal, donde se reencontró con sus raíces.
Durante los años 1950 publicó en la tercera página de La Nuova Sardegna ("La Nueva Cerdeña") sus poesías en idioma sardo.
En cuanto a la narrativa, en 1984 obtuvo el Premio Casteddu de Posada con el cuento Po cantu Biddanoa, publicado tres años más tarde.
Las críticas recibidas fueron muy favorables, y fue considerada uno de los puntos más altos alcanzados por la narrativa en idioma sardo.
En su honor, el municipio de Villanova Tulo creó en 1993 un premio que lleva su nombre para la poesía en idioma sardo.