Sus Padres fueron Sotero Barrera y Felipa Reyes.
Entró en contacto con los misioneros josefinos en Sensuntepeque.
Antes de partir, junto con sus padres, fue a misa a la iglesia de Santa Lucía, luego fue despedido con lágrimas, abrazos y emociones.
Emprendió el viaje por barco de Acajutla (El Salvador) al puerto de Manzanillo (México).
Participó en las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II.