Es la hija menor de Valentín González Rangel y Clementina Aranda Mantilla.
Pese a que no finaliza este pregrado, los dos años de permanencia en el programa le permitieron tomar el camino definitivo por las Artes Plásticas.
“Beatriz González –comenta la crítica de arte Ana María Escallón- pinta sobre tela, en muebles, sobre objetos; pinta cortinas, vasijas de barro, imágenes religiosas, etc., y en ellos va plasmando sus “comentarios” pictóricos, en colores planos y bajo la estructura asumida de una figuración ‘torpe’, donde queda plasmada la situación sociopolítica del país.
[3] Beatriz no ha mostrado, de manera explícita por lo menos, tener intenciones políticas.
Cuando pintó a tres presidentes colombianos (Turbay, LLeras y Belisario) tocados con un penacho de plumas del indio amazónico, y otro indio amazónico auténtico, muchos interpretaron que retrataba la ineficiencia de éstos presidentes.
Es decir, no es un cuadro que deba considerarse como una denuncia social de su contexto; antes bien, era un tema plenamente plástico.