Batería de Sangenís
Su nombre se debe al ingeniero militar Antonio Sangenís Torres, especialista en fortificaciones capaces de resistir asedios.Su construcción data del siglo XVIII y fue bautizada con el nombre de Sangenís en honor al ingeniero Antonio Sangenís Torres; estuvo proyectada en un principio como una batería capaz de albergar 35 piezas de artillería, aunque solo se terminó el primer tercio del recinto, que es lo que actualmente se conserva.Hoy día se conservan numerosos restos, destacando el imponente polvorín, así como la rampa de acceso al nivel superior, en el que se encontraban las troneras, que hoy día está bajo las dunas.Formaba parte del conjunto de fortificaciones de la punta del Boquerón, junto a las baterías de Urrutia y Aspiroz y el castillo de Sancti Petri.Esta batería realizaba su labor de cubrir la entrada meridional del caño a la perfección, ya que su posición elevada y resguardada por dunas y el gran número de piezas de artillería con que contaba le permitían abrir mucho más fuego contra los navíos enemigos de lo que estos podían hacer contra la batería.