Al llegar a esta, los alemanes desistieron de continuar camino y decidieron regresar Constantinopla.
Conrado III, se reconcilió con Manuel, que le proporcionó barcos para ir a conquistar Acre.
Mientras tanto, las tropas de Luis VII siguieron por la costa y después prosiguieron hacia el este.
El rey Luis, que mandaba este, no le dio importancia y también siguió avanzando.
Para entonces las desavenencias entre bizantinos y cruzados había llevado a que estos perdiesen tres cuartas partes de su ejército.