Durante la ocupación de la localidad, Dámaso Barraza fue delegado como jefe de operaciones militares, y mandó al presidente municipal Gabino Pérez reclutar a todos los hombres del pueblo para las fuerzas cristeras, consiguiendo reclutar a 215 hombres.
[7][8] Ante estas derrotas; el general Anacleto López reclutó 5,000 hombres procedentes de Sinaloa, Chihuahua y Santiago Papasquiaro; y se dirigió a la Hacienda del Capulín, adyacente al Cerro del Capulín.
[1][8][2][9] Los hombres de López esperaron a que los cristeros se encontraran en terreno llano, rodeando al Estado Mayor de Barraza y 150 cristeros más, que fueron obligados a batirse en retirada.
Además de Barraza, murió el Capitán cristero Andrés López, por lo que perdieron a dos líderes importantes.
[8][1][12][2][13] Después de la batalla, el Gobierno instaló en la zona una guarnición conformada por indígenas cora bajo el mando del general Enrique León Contreras.