Alertado Felipe Augusto, rey de Francia, descendió, con toda rapidez hasta Châtellerault con su hijo, el príncipe Luis, futuro Luis VIII de Francia.
Sin embargo, Felipe Augusto advirtió la maniobra y detuvo su ejército en Chinon.
Felipe Augusto marcharía hacia el Norte para enfrentarse al emperador, en tanto que su hijo Luis iría hacia el Sur para luchar contra los ingleses.
Desde ese lugar Juan sin Tierra podría dirigirse a París con más tranquilidad, sin tener que retroceder constantemente si Luis les atacaba y perseguía.
En conclusión, la batalla de la Roche-aux-Moines permitió que Francia consolidara sus posiciones en el Sur, y debilitó las fuerzas inglesas, quedándose con las armas de asalto que les sirvieron para conquistar otras plazas fuertes.