Batalla de Worcester

Oliver Cromwell y los parlamentarios derrotaron a las fuerzas monárquicas, predominantemente escocesas, del rey Carlos II.

Calculó que su alianza con los Covenanters presbiterianos escoceses y la firma del Solemn League and Covenant animarían a los presbiterianos ingleses a apoyarlo contra la facción inglesa independiente que había crecido en poder durante los últimos años.

El 8 de agosto se dio a las tropas un bien merecido descanso entre Penrith y Kendal.

Pero los monárquicos se equivocaron al suponer que el enemigo había quedado desconcertado por su nuevo movimiento.

Mientras tanto Cromwell, dejando a George Monck con los regimientos menos eficientes para llevar a Escocia, alcanzó el río Tyne en siete días, y de ahí, marchando 20 millas por día con un calor extremo con la gente del país llevando sus armas y equipos, los regulares entraron en Ferrybridge el 19 de agosto, en una fecha en la que Lambert, Harrison y la milicia del noroeste estaba en Congleton.

Cromwell simplemente cambió el área de su concentración al sudoeste, a Evesham.

Cromwell, por primera y última vez en su carrera militar, tuvo una superioridad numérica de dos a uno.

[6]​ Fleetwood tomó un camino a través del Teme y atacó St John's, el suburbio occidental de Worcester.

El ataque comenzó en la mañana del 3 de septiembre, y la iniciativa se expondría a los parlamentarios.

El correspondiente al sudeste a través de Sidbury Gate fue dirigido por Carlos II y atacó Red Hill.

[8]​[9]​ Aunque fueron obligados a retroceder, los parlamentarios al mando de Lambert eran muy numerosos y experimentados para ser derrotados.

La posición monárquica se hizo insostenible cuando la milicia de Essex asaltó y capturó el Fuerte Real (un reducto situado en una colina pequeña al sudeste de Worcester), inposiblitando que las armas monárquicas se utilizaran en Worcester.

Alrededor de 8000 prisioneros escoceses fueron deportados a Nueva Inglaterra, Bermudas y las Antillas para trabajar con terratenientes en labores contratadas.

Cromwell, que se había burlado de "tal cosa" seis meses atrás, vio mejor a la milicia.

"Tus nuevas mejores fuerzas," escribió en el Parlamento Rump, "realizaron un singular buen servicio, por lo que merecen una muy grande estimación y reconocimiento".

El resultado fue, en resumen, una de aquellas victorias raras en la cual una persecución es una superflua "máxima misericordia", como la llamó Cromwell.

El Moseley Old Hall fue escondite de Carlos II, por un tiempo breve, tras su derrota en la batalla de Worcester en 1651.