Para esto le tienden una emboscada y luego de fingir una huida lo llevan a combatir en un terreno pantanoso, el cual es llamado «tajamar» por los lugareños, zona cercana a donde hoy se encuentra Vialidad Provincial sobre la Ruta 51.
La batalla lleva ese nombre debido a que tomó lugar en la «Estancia San Jacinto», lugar por donde pasa un curso de agua al que llamaron arroyo San Jacinto.
Con posterioridad los hermanos Juan, Carlos y Alfredo Fortabat heredarían las tierras de su abuelo materno, ya que su madre Elena Pourtalé había fallecido.
La derrota de Hornos conmovió profundamente a la opinión pública y hubo interpelaciones en la Legislatura, por lo que Bartolomé Mitre, el entonces ministro de Guerra, ofreció su renuncia al cargo.
Con sus triunfos sobre Mitre y Hornos, Calfucurá confirmó su prestigio ante la indiada, para la que resultó un conductor invencible y reconocido como la suprema autoridad de las pampas, llegando a ser apodado el «Napoleón de las Pampas».