La goleta Guayaquileña estaba armada con doce cañones de 12 libras y bajo el mando del teniente Claudio Johnston.
La corbeta Pichincha se encontraba bajo el mando del capitán Archibald Taylor.
El capitán Wright, a bordo de la Guayaquileña, tenía orden del general Flores de apresar a la nave peruana y había sido informado de que la nave peruana se hallaba ubicada frente a la desembocadura del río Tumbes, en aguas jurisdiccionales peruanas, desde donde podía vigilar el Golfo de Guayaquil.
La corbeta peruana, ante las intenciones de las naves grancolombianas, abrió fuego, comenzando un combate en espacios cerrados, durante el cual los peruanos casi abordaron la Guayaquileña, mientras tanto, la corbeta Pichincha se mantuvo alejada y no participó en el combate.
Posteriormente, la corbeta Pichincha se entregaría en Paita a las autoridades peruanas, debido a las diferencias de su personal de oficiales con Bolívar.