[4] Entre tanto, el monarca estaba visitando su natal Dalmacia, premiando a los jinetes locales, cuyas unidades habían sido claves en su victoria.
[23] Al saber que el ejército imperial se aproximaba los bárbaros intentaron retirarse por Panonia pero fueron interceptados y vencidos por la caballería dálmata.
[35] Estas incursiones generaron terror y revueltas en Roma,[37] así que sus líderes consultaron los libros sibilinos a petición de Aureliano.
[40] Aureliano no se amilanó, reconcentró sus fuerzas, siguió la estela de devastación que dejaba el enemigo a medida que avanzaba por la Vía Emilia, cruzaba los Apeninos hacia la costa adriática y saqueaba las indefensas villas de Pisaurum y Fanum Fortunae.
[41] Se sabe que el emperador consiguió vencerlos en Fanum y a orillas del río Metauro.
Deseaba una victoria decisiva que limpiara su reputación tras el fiasco inicial y recuperar el botín tomado por los invasores.
En la planicie cercana a Ticinum se dio el combate donde los bárbaros fueron destrozados, salvándose sólo pequeños grupos de sobrevivientes que fueron eliminados uno por uno al poco tiempo.