Según los términos del acuerdo, Inglaterra desembarcaría tropas militares en Cataluña, que unidas a las fuerzas catalanas lucharían en favor del pretendiente al trono español Carlos de Austria contra los ejércitos de Felipe V, comprometiéndose asimismo a mantener las leyes e instituciones propias catalanas.
[2] Por su parte el archiduque Carlos, en cumplimiento de lo acordado en Génova, embarcó en Lisboa rumbo a Cataluña.
[3] El 17 de agosto se detenía en Altea donde el archiduque fue proclamado Rey, extendiéndose la revuelta austracista valenciana de los maulets liderada por Juan Bautista Basset y Ramos.
El asalto perdió el factor sorpresa y los defensores rechazaron el primer ataque.
El día 14, el conde de Peterborough conquistó las defensas exteriores del castillo, que cayó los días posteriores.