Villa estaba enfurecido en contra de los Estados Unidos y contra el presidente Woodrow Wilson, por el uso que hizo de faros gigantes, alimentados con energía eléctrica estadounidense, para ayudar a Álvaro Obregón a repeler el ataque nocturno de las tropas villistas a Agua Prieta.
[5] En aquel entonces México era la primera nación en producción petrolífera, siendo un aliado de gran interés para los alemanes.
En un rancho cercano a El Paso, llamado Canutillo, los estadounidenses inutilizaron las municiones de Huerta.
Estas terminaron en manos del principal proveedor del general Villa, Samuel Ravel con la condición de que no se lo vendiera a nadie más que a Villa.
También se le unió a Obregón el poderío de Estados Unidos.
Villa no pudo contra las tres potencias mundiales y Obregón resultó vencedor.
Después de su derrota militar ante las fuerzas constitucionalistas, Francisco Villa se replegó a Aguascalientes.
Samuel Ravel creyéndose sano y salvo en Estados Unidos le respondió a Villa por medio del coronel Cervantes que el "ya no iba a tratar con bandidos mexicanos".
Las bajas resultantes en el combate indican que ambos bandos sufrieron en la misma medida, pero gran parte del poblado fue devastado en la lucha.
Sin embargo, el hermano mayor de la familia Ravel fue llevado a Chihuahua y allí fue fusilado.
Pershing mantuvo las tropas estadounidenses en México durante once meses en los cuales nunca encontraron a Villa.
El abogado Octaviano Ambrosio Larrazolo visitó la cárcel por un cliente vio a los villistas sobrevivientes ya en los huesos y preguntó su identidad.