Una columna de soldados británicos, formada por 6 oficiales y 246 soldados del 94.º Regimiento de infantería, así como 12 hombres del Real Cuerpo Logístico y 4 del Real Cuerpo Médico del Ejército, marchaban en dirección a Pretoria, cuando al menos 250 bóeres aparecieron por el flanco izquierdo de la columna.
Utilizando el poco terreno cubierto disponible, los bóeres se posicionaron a unos 200 metros de la columna británica.
El teniente coronel británico Philip Robert Anstruther parlamentó con una delegación bóer, portadora de una orden del Parlamento del Transvaal a los británicos de dar media vuelta.
Impactado por este ataque brutal y repentino, el teniente coronel Anstruther dio la orden de rendirse.
Tras la batalla de solamente 15 minutos, 156 soldados británicos fueron muertos o heridos, y el resto, hechos prisioneros.