Inicialmente el gran duque de Moscú Basilio II, que estaba en deuda con Ulugh Muhammad por ayudarle a acceder al trono del Gran Ducado, recibió bastante bien al fugitivo kan y le permitió asentarse con sus nómadas en las cercanías de Beliov.
Los príncipes Piotr Kuzminski y Semión Volynets, que irrumpieron en la fortificación tras la retirada de los tártaros, fueron asesinados.
Protasiev informó que el gran duque deseaba concluir la paz y no ordenó «luchar con el zar».
A cambio, Ulu-Mohammad pidió que sólo se le permitiera permanecer cerca de Beliov hasta la primavera.
Sin embargo, los voivodas Vasili Sobakin y Andréi Goltiaev, que dirigían las negociaciones, rechazaron esta propuesta.
Entonces Ulug Mohammed, que se encontraba en una situación desesperada, dirigió personalmente el ataque al ejército ruso.