Según el reportero kuwaití Eliah J. Magnier, la las fuerzas aéreas utilizaron misiles guiados estadounidenses Intel contra sitios ocupados por el Estado Islámico.
Según una fuente anónima, Estados Unidos y otro país occidental no identificado proporcionó al ejército sirio una lista de objetivos del Estado Islámico, adquiridas a través de vehículos aéreos no tripulados.
También suministró su guarnición con grandes cantidades de municiones y alimentos.
La banda Estado Islámico había capturado una serie de aldeas cercanas los días antes del ataque, obligando su asedio en la base.
El asalto comenzó con un doble atentado suicida cerca de la entrada a la base, seguido por un asalto terrestre a gran escala, que consistía en 200 combatientes, la mitad de los cuales eran extranjeros.
La base aérea fue reforzada con tropas adicionales en avión durante la noche mientras aún había enfrentamientos.
El OSDH también confirmó todos los aviones militares se evacuaron de la base durante el retiro.
En cambio, según Charles Lister (del Brookings Doha Center), Estado Islámico capturó varios MiG-21B, SA-16 MANPADS y AIM-9 Sidewinder en la base, pero señaló que no estaba claro si eran aviones operativos.