Sus primeros jefes fueron José Joaquín Cortés, quien era teniente coronel del ejército, y José Olano Arismendi, quien ejercía como sargento mayor, ambos oficiales pertenecían al Cuartel General y fueron destinados a Curicó con el fin de instruir y guiar al nuevo batallón.
El Batallón combatió en: En enero siguiente el batallón se encontraba listo para entrar en combate, pero el día anterior a la batalla de Chorrillos el cuartel general designó que sólo algunas compañías participarían activamente en la batalla, mientras otros dos se ubicarían en la retaguardia resguardando el valle de Lurín, entonces, el comandante Joaquín Cortés designó que compañías combatirían y cuáles no.
Luis Cruz Martínez en una carta que escribe a su madre, narra la participación del Batallón Curicó en la batalla de San Juan y Chorrillos: El Curicó peleó en toda regla, pocos son los cuerpos que pelearon de esa manera, todo el regimiento desplegado en guerrillas, en columnas por compañías.
Los curicanos avanzábamos ligeritos y luego se encontraron en la cima del cerro, donde cayó herido el Coronel Cortés Tras la ocupación de Lima, el Batallón fue enviado a desarticular las montoneras que se encontraban combatiendo en la sierra peruana.
Por Nicanor Molinare se sabe que hubo por lo menos una cantinera en el batallón: “Hubo una, la Candelaria, mujer del Sargento Benjamín Pacheco, del Curicó, que en la marcha de Curayaco a Lurín dió a luz a su hijo, sin más lecho que la arenosa playa cubierta por una bandera chilena”5