Los rebeldes eligieron hacer su base secreta allí porque Hoth era un lugar que carecía de vida humana y aquello medio funcionó.
La base al mando del general alderaniano Carlist Rieekan, disponía además de un cañón de iones que permitió la evacuación de los transportes rebeldes dejando inutilizado el Destructor Estelar Tirano al mando del cual se encontraba el capitán Xamuel Lennox, que creyó que obtendría a su primera presa del día.
En esta segunda entrega de saga cinematográfica dirigida por Irvine Kershner, escrita y producida por Goerge Lucas y cuyo guion corrió a cargo de Leigh Brackett y Laurence Kasdan (quién repetiría junto a Lucas en la siguiente entrega), los exteriores del planeta Hoth, se recrearon cerca Finse, en Noruega, mientras que las escenas en la Base Eco, se filmaron en Reino Unido en los Estudios Elstree.
Tras vencer a los Wampas, una especie parecida al Yeti nativa de Hoth, los rebeldes no tuvieron más problemas para construir la Base Eco excepto el frío y la nieve.
La Base Eco fue destruida por el Imperio en presencia del propio Darth Vader, justo a tiempo para que los líderes rebeldes, entre ellos Han Solo y Luke Skywalker, tuvieran tiempo de escapar junto con muchas tropas rebeldes.