La obra se inició en 1340 y fue finalizada a mitad del siglo XV.
Al comprobar que estaba fabricada con cobre, la tiraron en un terreno pantanoso en el actual barrio de Kazimierz.
Cuando se encontró el ostensorio, el rey Casimiro III de Polonia prometió construir una iglesia en el lugar como desagravio, a la que se daría el nombre de Corpus Christi para expiar el sacrilegio que habían cometido los ladrones.
En el altar mayor se encuentra el lienzo Adoración de los pastores, realizado por Tomas Dolabella en 1637.
También puede contemplarse el sepulcro de San Stanisław Kazimierczyk, canonizado en 2010 por Benedicto XVI.