[2] Antiguo Santuario, en donde se venera la famosa Cruz de Caravaca, hacia el que desde el siglo XIII tuvieron lugar las primeras peregrinaciones que continuarían a lo largo de los siglos.[3] Este Jubileo perpetuo solo se da en otros cuatro lugares en el mundo: Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liébana.[4][5] El arquitecto cortesano fray Alberto de la Madre de Dios diseñó un templo barroco concebido para acoger peregrinos y venerar la famosa reliquia, cuyo culto quería fomentar el rey Felipe III, que envía por ello a su arquitecto favorito.Posee un órgano en el coro alto, construido en 1776 por el maestro José Folch y seriamente dañado durante la Guerra Civil.En la parte inferior, a cada lado, quedan talladas dos bestias entre composiciones florales, conocidas por el pueblo de Caravaca como los Dragones Rojos (debido al color del mármol empleado).