La Basílica de Santa María es una iglesia católica en Invercargill, Nueva Zelanda.
Fue diseñada por el famoso arquitecto neozelandés, Francis Petre y fue inaugurada en 1905.
La basílica se encuentra cerca de la escuela San José y del Jardín Otepuni.
Su arquitectura se clasifica en estilo victoriano tardío, lo más llamativo del edificio es la espléndida cúpula de más de 37 metros sobre el suelo.
La Basílica de Santa María es uno de varios templos neozelandeses a los que habitualmente se los llama «basílica», sin embargo litúrgicamente no existe en la actualidad ningún templo católico en Nueva Zelanda que ostente oficialmente la dignidad de Basílica menor otorgada por la Santa Sede.