Basílica de San Vicente (Metz)

Sus ferias eran muy frecuentadas y su moneda, la primera de la región hasta 1300, es aceptada en toda Europa.

Fuertemente influenciado por el estilo de la catedral de Toul, las formas son esbeltas, las arcadas rotas estrechas, las bóvedas altas y los transeptos estaban en gran parte vidriados.

Fue en ese edificio gótico donde en 1356 el abad Baudoche presentó una reliquia de santa Lucía al emperador Carlos IV del Sacro Imperio Romano, que había llegado a Metz para publicar la Bula de Oro, definiendo en particular los términos de la elección al trono imperial.

No fue hasta 1933 que el papa Pío XI otorgó oficialmente el título de basílica menor a la antigua iglesia abacial.

Importantes obras han sido llevadas a cabo por la ciudad de Metz durante casi 30 años en las cubiertas, la fachada y la cabecera.