Se mantuvo casi inalterada a través de los siglos y no sufrió daños considerables en la Segunda Guerra Mundial.
En 1963, se le otorgó el título de basílica menor por parte del Papa Pablo VI.
Una araña Hezilo fue instalada en San Gotardo durante el tiempo de restauración.
El mismo año, el obispo Bernard de Hildesheim fundó el monasterio y la iglesia en su honor.
Los antiguos edificios del convento se utilizan para la Fachhochschule für Verwaltung und Rechtspflege (Universidad de Ciencias Aplicadas de administración y Derecho).