[1] Esta obra fue ejecutada por Picasso durante su primera estancia en París el otoño de 1900.
[1] La aplicación de la pincelada es fluida y su disposición crea un juego de insinuaciones en las que la atmósfera del ambiente de los circos ambulantes instalados en París recoge una iconografía anterior, a la vez que preludia temas ulteriores.
Se puede observar un cierto juego con el espectador: la mujer del ángulo inferior derecho está mirando directamente al espectador como si le invitara a participar.
[1] Daix apunta que, probablemente, esta es una feria que se instalaba en el bulevard Clichy de París desde el comienzo del otoño hasta Reyes.
[1] Adquirida por el Museo Picasso en el año 2005, por su temática y composición se inscribe dentro del conjunto de obras que ya tiene el Museo Picasso de este periodo y que muestran el primer contacto del joven Picasso con las vanguardias parisinas, como El abrazo, El final del número o La espera (Margot).