Estas leyendas dieron origen a la expresión estar más perdido que el barco del arroz.
Ocurrió en enero de 1937, en plena guerra civil, cuando Málaga sufrió asedio por parte del bando sublevado.
El gobierno republicano fletó un barco, el Delfín, cargado de alimentos, un barco del arroz, tal como se los denominaba popularmente aunque en su carga no llevara este cereal.
Dicho barco, según informó el gobierno argentino, iba cargado de arroz, pero nunca llegó a las costas andaluzas.
Otra versión más oficial apunta a que el barco se encontraba fondeado en el día de los hechos frente a las costas de Sanlúcar a la espera de entrar por el río, en ese día hubo un fuerte temporal que rompió la cadena del ancla, y el navío se vio arrastrado por el viento y el oleaje hasta una zona poco profunda conocida como «Bajo Picacho», donde encalló.