Los bancos comunales otorgan préstamos a tasas de mercado, principalmente a mujeres emprendedoras con ideas innovadoras pero sin acceso al crédito porque no pueden cumplir con todos los requisitos que solicitan las instituciones bancarias.
El concepto banco comunal fue planteado por primera vez en 1984 en Bolivia por el economista John Hatch, quien más tarde creó el banco comunal FINCA International.
Cada una trabaja en alguna actividad generadora de ingresos y que no necesariamente deba ser la misma.
El grupo forma una Junta Directiva para que administre las distintas tareas del grupo, tales como, recolectar los ahorros e intereses, realizar los pagos de intereses, llevar los controles y dirigir la toma de decisiones cuando se requiera.
Los microcréditos concedidos pueden tener tantos destinos como actividades innovadoras y creativas realicen las socias.