[2] El Banco funcionó con éxito durante 25 años y al término de su franquicia esta no pudo ser renovada al ser un banco de origen extranjero.
[2] El Banco Español de Puerto Rico inició su actividad el 1 de febrero de 1890, con una pequeña organización liderada por Fernando Fragoso Lugo y José Manuel López y Sainz, como gobernador y subgobernador del banco, junto con Carlos María Soler y Martorell, como secretario letrado, quien desempeñaría un papel esencial en el traspaso de la soberanía en el bienio 1898-1899.
[2] En sus inicios tuvo que gestionar la dificultad que suponía la dualidad monetaria en la isla, al existir en circulación: la “moneda corriente” (mexicana) y la “moneda nacional” (española u oficial).
Al ser de uso habitual el peso mexicano, el banco pensó que tendría dificultades al solo poder emitir moneda española aunque en su primer quinquenio de existencia la entidad logró despegar y obtener buenos resultados.
El activo total registró un aumento notable durante los dos primeros años, para ralentizarse después a causa de la crisis económica y monetaria en los Estados Unidos de la que Puerto Rico también se vio afectada.