Banásura
En el marco de la mitología hinduista, Baná (también llamado Banásura) es un asura, hijo del rey Balí.Todas las personas le tenían miedo, incluso los reyes humanos y los devas (dioses) del cielo.A medida que pasó el tiempo, Banásura se convirtió en cruel y arrogante.El demonio se llenó de miedo, y esperó su destino con impaciencia.[5] La hija de Baná, Ushá, era una gran devota del dios Shivá, como su padre.Una noche, Ushá soñó con un hombre muy joven y se enamoró de él.Su amiga Chitralekha ―hija de Kumbhanda, el primer ministro de Banásura― era una talentosa artista, así que ayudó a Ushá a crear un retrato (identikit) para reconocer al joven que había conocido en su sueño.Afortunadamente, un día llegó el sabio volador Nárada e informó a la familia sobre la desaparición de Aniruddha del palacio.Prácticamente todos los líderes de la familia, incluyendo Pradiumna, Sátiaki, Gada, Samba, Sarana, Nanda, Upananda y Bhadra, reunieron dieciocho divisiones militares aksauhini en falanges.[7] Banásura escuchó que los soldados de la dinastía Iadu estaban atacando a toda la ciudad, derribando varias murallas, puertas y jardines cercanos.Sentado en su toro favorito, Nandísvara, el Señor Shivá encabezó la lucha contra Krisná y Balarama.Shivá luchó directamente con Krisná, Pradiumna con Kartikeia, y Balarama con Kumbhanda ―el comandante en jefe de Banásura―, quien fue asistido por Kupakarna.Banásura luchó contra Sátiaki, el comandante en jefe de la dinastía Yadu.Shivá es llamado Bhuta-Nath (‘el señor de los fantasmas’), por lo que era asistido por varios tipos de fantasmas poderosos y habitantes del infierno: bhutas, pretas, pramathas, gujiakas, dakinis, pishachass, kusmandas, vetalas, vinaiakas y brahma-rakshasas.Cuando Banásura vio que sus soldados y comandantes habían sido derrotados, su ira aumentó.Corrió hacia Krisná, atacando simultáneamente con quinientos arcos y dos mil flechas a la vez.Como a Krisná no le gustaba la vista de esta mujer desnuda, volvió su rostro para evitar verla.Lanzó su peor arma mortal, conocida como shivá-yuara (‘la fiebre de Shivá’), que destruye todo a temperaturas excesivas.Esta temperatura doce veces más intensa es provocada por Shivá con su arma shiváyuara.Mientras tanto, Banásura de alguna manera u otra recuperó sus brazos y, con energía renovada, volvió a pelear.Esta vez Banásura se presentó ante Krisná, que estaba sentado en su cuadriga, con diferentes tipos de armas en sus mil manos.Cuando Shivá vio que su devoto Banásura no podría salvarse ni siquiera en su presencia, volvió en sí y personalmente se presentó ante Krisná y comenzó a pacificarlo al ofrecerle oraciones.Inmediatamente ordenó que llevaran a Aniruddha junto con su hija Ushá, sentados en un bonito carro, y los presentó ante Krisná.En la India, cada familia afirma ser descendiente de algún dios o demonio del Majábharata.