Inventado en España a mediados del siglo XIX, fue usado como pavimento en las construcciones hasta los años 1960.[1] La coincidencia de esta técnica con el desarrollo del modernismo hizo que los diseños fueran más complejos y artísticos y que los fabricantes contaran con los diseñadores de moda entre sus colaboradores, como Alexandre de Riquer, Domènech i Montaner, Josep Puig i Cadafalch, Josep Pascó y Enric Sagnier.Los principios del mosaico hidráulico mostraron bien pronto las enormes posibilidades que este tenía.Fundamentalmente estaban pensados para las casas palacio del siglo XIX tan presentes en algunas ciudades de la geografía española como Vitoria, Sevilla o la misma Barcelona.Así pues, la intención inicial era hacer del mosaico hidráulico una pieza artesanal cuyo diseño diera la sensación de lucir como una colorida alfombra.Esto se debe a que nos da la posibilidad de hacer un diseño totalmente único.Es importante remarcar que si bien su uso ha disminuido, todavía existen muchas fábricas que los siguen realizando de la manera tradicional tanto para su uso en la restauración de antiguas casas, como para ser colocados en propiedades nuevas.El sistema de fabricación del suelo hidráulico no ha cambiado prácticamente nada desde sus orígenes.Como su nombre lo indica, estos suelos están hechos de cemento comprimido con prensas hidráulicas.[3] El pavimento hidráulico puede soportar grandes cargas, es decir, gran cantidad de autos pesados circulando sin deformarse.
Pavimento hidráulico diseñado por Gaudí y colocado en el Paseo de Gracia de Barcelona.