[1] Las primeras evidencias de esa adoración se pueden encontrar ya en el siglo IV a. C. según los textos del geógrafo griego Megástenes (350-290 a. C.) y en el Artha-shastra del erudito pakistaní Kautilia Chanakia (350-283 a. C.), en los que Vasudeva (como hijo de Vásudeva) era adorado como una deidad suprema en un formato fuertemente monoteísta, donde se le menciona como sachidananda (siendo sat: ‘eterno’ [real], chit: ‘consciente’, y ánanda: bienaventurado’).
Una conocida leyenda es que la enorme monstrua Putaná ―disfrazada de nodriza―, le ofreció su pecho envenenado al bebé.
El sitio histórico más importante dedicado a Bala es el templo Balakrisná, construido en 1513 por el gobernante Krisna-Deva-Raia.
En ese momento cesó una tormenta que había hecho encallar un barco en los bancos de arena frente a la costa.
Madhua bautizó a la deidad Bala Krisná y la instaló en el principal santuario de Udupi.