Bahía de Matauri

En ella se produjeron los primeros contactos de los maoríes con los europeos, por ejemplo con el misionero Samuel Marsden en 1814.

Parecía un final apropiado para un barco que había pasado su tiempo protegiendo el medio ambiente marino.

Diez días más tarde, una multitud de simpatizantes vio cómo se le daba un entierro tradicional maorí.

El Rainbow Warrior, que ahora alberga un complejo ecosistema, se ha convertido en un popular destino de buceo.

La comunidad maorí local se encarga de su custodia y conservación.

En pocos años, el Rainbow Warrior se convirtió en parte integrante del entorno que ayudó a proteger.

12 personas (7,5%) ganaban más de 70.000 dólares, frente al 17,2% a nivel nacional.

Panorama de la bahía de Matauri. Las Islas Cavalli están más a la izquierda.