El nivel de agua en la bahía está regulado por los pulsos del río Paraguay, que inunda el área en otoño e invierno.
De las aves neárticas registradas (19 en total), el área demuestra ser importante para el playerito canela Tryngites subruficollis.
Las costas este y sur de la bahía están densamente poblada por gente que, en su mayor parte, son extremadamente pobres.
El banco San Miguel está menos habitado, pero la comunidad se incrementa con gente que proviene del interior y ocupan ilegalmente parcelas de tierra.
Las mayores amenazas al área incluyen disturbios o pérdida de hábitat, cacería, y polución.