Como característica más destacada en su aspecto tiene una gran zona blanca en torno al pico.
Pueden diferenciarse principalmente por su tamaño, ya que los porrones bola son bastante más pequeños, aunque cuando no es posible una comparación directa es difícil calibrar la diferencia, pero en Norteamérica es posible encontrar a ambas especies juntas en las bandadas grandes.
Si están en vuelo, la diferencia más evidente es su espejuelo blanco que en los porrones bastardos se extiende por todas las plumas de vuelo, y en el caso del porrón bola se limita a las plumas secundarias.
En época invernal ocupa las costas atlánticas de Europa occidental y la región mediterránea, llegando hasta el mar Caspio.
Sus hábitats reproductivos son los lagos de la tundra, la taiga y los páramos árticos.
[17] Gracias a su gran tamaño puede alcanzar hasta 6 metros de profundidad y mantenerse sumergido hasta un minuto, lo que le permite llegar a fuentes de alimento inalcanzables para otros patos buceadores.
Cuando las bandadas están en el agua se orientan en dirección contraria de la corriente, y como mientras flotan les empuja hacia atrás, los que se van rezagando vuelan al frente para recuperar posiciones.
El porrón bastardo suele empezar a reproducirse cuando alcanza los dos años de edad, aunque puede anidar tras el primer año.
La hembra en cambio emite sonidos agudos y roncos de tipo “arrr-arrr-arrr-arrr-arrr”.
El nido consiste en una pequeña depresión hecha por la hembra y recubierta por su propio plumón.
[20] Las hembras suelen poner entre seis y nueve huevos de color verdoso,[21] que incuba entre 24–28 días.