Axataf

A la muerte de Ibn Hud en 1238, Sevilla volvió a deber obediencia al Imperio almohade y prestó obediencia al califa Arraxid.

Tras la muerte de Arraxid en 1242 fue proclamado califa su hermano, Alí ben Idris Asaid Almotadidbila.

Abu Zakariyya Yahya I, sultán háfsida de Túnez, aceptó ese vasallaje.

Los elementos contrarios a este acuerdo le asesinaron y su líder, Axataf, hijo de Abu Ali,[2]​ pasó a ser el nuevo gobernante de Sevilla.

Ese día, Axataf entregó las llaves de la ciudad al rey castellano.

Tabla que muestra a Axataf entregando las llaves de Sevilla a Fernando III frente a una de las puertas de la ciudad, en una obra de alrededor de 1750. El autor se tomó la licencia de hacer figurar la catedral tal y como los cristianos la construyeron. El cuadro muestra también a la Virgen de los Reyes en los cielos en el momento de la entrega.