Avellaneda (La Rioja)

Llegó a contar con un centenar de habitantes durante el siglo XIX.

Sufrió con más fuerza que el resto de localidades de la zona el proceso de despoblación, que se vio acentuado al no llegar hasta esta aldea la luz eléctrica ni el agua corriente.

[1]​ En 1965 Avellaneda vio nacer a la última persona y en 1972 el pueblo se quedó deshabitado en cuanto se marchó la última persona que vivió aquí.

Sin embargo, durante el trayecto desde Vadillos se pueden contemplar paisajes de una extraordinaria belleza.

Aunque actualmente el pueblo está en ruinas, y hace difícil imaginar su arquitectura, hasta los años 70 su patrimonio arquitectónico contaba con:[2]​

Ruinas de Avellaneda.